domingo, 13 de septiembre de 2020

BLAK BLAKE (parte 6)



PARTE 6


El viaje iba a ser largo, ya que el vuelo no era directo. Deben llegar primero a Senda, la ciudad espacial que sirve como punto de salida de la galaxia. Este intermedio en su camino no le hacía gracia a Alan que no estaría tranquilo hasta llegar a Experita.

5 meses en criogenización era el tiempo que les había llevado llegar a Senda. Ya a las puertas de la ciudad y con los viajeros de la nave bien despiertos y recuperados desde hacía una semana, se preparaban para desembarcar.

Blak estaba observando la ciudad-base mientras la nave en la que viajaban retocaba su posición para encararse al muelle de aterrizaje. Entonces se dirigió a Alan.

-Creo que estoy en disposición de darme cuenta de la situación al completo. Habló sin apartar la mirada del paisaje. Entonces giró su cuello lentamente y observo a Alan.
-No me digas. Habló este. -¿Estas seguro?, espetó con sarcasmo. - Has tardado mucho amigo, pensé que estaría solo en esto para siempre. Llevándote de aquí para allá sin saber que eres en realidad ni el porqué de tanto esconderse.
-Recuerdo perfectamente lo que vi en la base científica donde tu padre me ayudó. Soy un bien muy preciado y único. Aunque los que me buscan no saben en realidad que soy y lo que escondo. Pero me temen.
-¿Y tu me puedes explicar entonces que eres?, porque mi padre se olvidó de explicar lo más importante.
- Es posible, - prosiguió Blak, - Que no sea conveniente que sepas nada, por tu seguridad.
-Pero estoy aquí contigo. En menos de 48 horas abandoné mi vida y ahora me hallo de camino fuera de la galaxia, algo que nunca habría hecho por decisión propia. Yo vivía bien en Barcelona. Me gustaría saber que está ocurriendo, porque mi cabeza esta comenzando a asentarse y podría decidir dejarte en cualquier lado con tu viaje y volver a mi casa.
Miró a Blak a los ojos: - Te lo juro que estoy comenzando a valorar esa opción.

-No soy como tu. Respondió Blak.- Eso seguro que es un problema por aquí.

Alan abrió los ojos como platos y lo observo con más atención que nunca. -¿Que?.

-Lo que oyes. No soy como tu.
-¿Que quieres decir?. preguntó.
-No soy humano, al menos no como tu.
-Menuda estupidez acabas de decir. Respondió Alan.

Blak habló un par de frases en un idioma que Alan no entendió. Este puso cara de interrogante al terminar.
-¿Que has dicho?.
- Lo mismo en linguaje. 
-¿Hablas linguaje?
-Hablo 25 lenguas. 
-¿Y cuando has aprendido a hablar 25 lenguas?, bueno tienes edad para ello. Pero me consta que has estado en la base casi toda tu vida...¿No?.

Blak aparentaba unos 45 años, así que aparentaba una madurez incipiente que podía esconder una gran y provechosa vida. Si no fuera por que la apariencia de edad no tenía nada que ver con su edad real.

-Llevo solo un año despierto. Blak dudó unos segundos y corrigió: -vivo, quiero decir. Mi aspecto no se corresponde con mi edad tal y como tu entiendes ese concepto. 
Alan se quedó con la boca abierta y no supo que decir. Lo miró de arriba a abajo y de nuevo no encontró palabras. 

Alan se planteó la posibilidad de que estuviera ante un invento raro, tipo androide. Pero nunca había oído hablar de que un androide pudiese hacerse pasar por humano. Ninguno alcanzaba esa sofisticación, y no creía que eso fuese posible. Aunque la tecnología en el último siglo había avanzado de un modo inimaginable. Incluso permitiendo los viajes a través del espacio. Así que que sabía él...


Una voz se dirigió a todos los viajeros y anunció el desembarco.

Recorrieron pasillos y pasillos una vez desembarcaron, hasta llegar a una gran sala repleta de gente con una actividad frenética yendo de aquí para allá. Alan buscó a alguien, estiraba el cuello intentando encontrar algo entre tal barullo de gente, pero le pareció imposible.

-Va a ser difícil esto. Comentó en voz alta. - Necesitamos encontrar a quien nos tiene que llevar...
-Lo sé. - Respondió Blak.

Moverse por el espacio era bastante complicado sin acreditación. Alan la tenía, pero no Blak. La documentación falsa de Blak no serviría de mucho fuera de la Tierra. Aunque el espacio es tan grande y es tan complicado ponerle barreras, que al final es un buen lugar para escapar si tienes la ayuda necesaria. Solo tenían que pasar inadvertidos hasta encontrar a su contacto.

Caminando encontraron la zona de embarque hacia Experita. Sólo 2 personas estaban esperando, además de tres androides.

- ¿Eres Alan?.- Preguntaron desde detrás.

Alan y Blak se giraron. Un androide metalizado con una apariencia de humano bastante convincente les miraba sin expresión alguna. A Alan le resultaba algo familiar su rostro. A pesar de carecer de detalles y marcas de expresión.

-Yo soy. -Contestó.
-Me llamo Vangar, soy la personificación de Vangar, mi dueño. Tengo encargo de trasladaros a Experita. Si quieren acompañarme la nave esta apunto de partir.

-¿No es un vuelo regular?, ¿No embarcamos aquí?. - Comentó Alan mientras señalaba la zona de embarque.

- Creo que no están ustedes acreditados. Así que la forma de volar en estos casos es un tanto diferente. De todos modos nadie quiere ir a Experita. No es un lugar muy vigilado en ese aspecto. No hay nada que hacer allí. Nada malo, ni nada bueno.

María nos explicó algo interesante sobre uno de ustedes. Ahora Vangar esta interesado en conocerle.




(Continuará...)







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