domingo, 24 de abril de 2022

BLAK BLAKE (parte 8)


 Parte 8

Dan, bastante expectante y con gran curiosidad, esperaba la recepción de Vangar. Quien llevaba 21 años viviendo como experito. El vehículo de transporte, que les había trasladado al domicilio de Vangar, desaparecía a lo lejos. Observaron una puerta que se abría en el edificio circular que tenían delante. Alrededor de este edificio solo había kilómetros de pastos morados, hasta el horizonte. Algún que otro árbol (o eso parecían), de enormes troncos oscuros, pero no muy altos. Cubiertos con escaso follaje, también con tonos morados.

Blak se acercó al oído de Dan, -¿Vamos dentro?.

Dan le dirigió una mirada fugaz y comenzó  a caminar hacía la puerta, seguido de Blak. La obertura se cerró en cuanto pasaron. Dentro, una estancia completamente blanca, muy bien iluminada por una luces con forma curva en el techo. No había nada, ni muebles, ni ningún tipo de adorno. Una estancia aséptica, vacía y fría.

Los dos se quedaron en medio de la sala, sin saber muy bien que hacer. Pasaron un par de minutos que se hicieron eternos, hasta que una voz sintetizada sonó en la estancia.

-Bienvenidos a mi domicilio. La voz sonaba fría y inspiró a Alan algo de temor. Había algo inquietante en saber que era un cerebro el que te hablaba, sin cuerpo, sin cuerdas vocales y a pesar de ello se comunicaba.

-¿Cómo estás Alan?, hacía siglos que no hablábamos y por su puesto, que no te veía. Alan observó unas cámaras en varios puntos, que habían aparecido de repente.

-Hola tío (Alan siempre llamó así a Antonio, aunque su parentesco no fuese real), -¿Pero me ves?.

-Si claro, las cámaras son mis ojos. Aunque eras un niño la última vez que te vi. Ya eres un hombre. Pero me extraña que hayas escogido venir ahora.

-Busco un lugar donde esconder a Blak. Le señaló. -Es un...amigo.

-¿Habéis venido hasta aquí solo para eso?, -No dispongo de tiempo para ese tipo de asuntos. Ya sabes de que va esto. Ya se lo dije a María.

-Si, lo sé. No quiero importunar mucho. Quizás haya algún lugar en este planeta donde él se pueda quedar. No molestará. Solo es durante un tiempo. Yo supongo que no tardaré mucho en regresar a casa. O eso espero...

Hubo unos segundos de silencio.

-¿Porque se esconde?.

-Alan miró a Blak con cara de interrogación. -Pues...si te soy sincero...

-No lo sabes. Cortó Vangar.

-Exacto.

-Tu amigo quizás se explique mejor.

Blak avanzó un paso y alzó la voz. -Soy un experimento del padre de Alan, el doctor Blake. El me creó. Me están buscando en la Tierra y no sabemos el alcance que podrá tener esta búsqueda aún. Sólo tengo una idea de lo que ocurre, ya que no recuerdo mucho de lo acontecido.

-¿Un experimento dices?, ¿que significa eso?. ¿Tu padre hacía experimentos con humanos?, porque no me parece un androide.

La pregunta claramente iba dirigida a Alan. Que no supo que contestar.

-Pues no, que yo sepa. Pero Blak lo llama padre. Lo miró con cara de interrogante. -No me parece un robot. Exclamó Alan si mucha convicción. - Lo cierto es que estoy un poco perdido, no se que pensar. Lo expresó con gesto de decepción.

-Bueno, - Respondió Vangar - Si lo fuese sería una nueva evolución hacía la perfección. Deseché mi cuerpo porque no podía tener uno humano sin ceder a sus debilidades. Los cuerpos de los androides solo imitan, no parecen humanos a los ojos del resto. Lo cual es un problema. No gustan.

En ese momento se abrió la puerta y entró un androide con aspecto humano, era la personificación robótica de Vangar. Quién les recibió en Senda.

-Aquí tenéis a uno. Habló Vangar. - Ya le conocéis.

Blak y Alan lo observaron. A Alan le pareció fascinante. Antes de conocer este androide, no había visto ninguno.

-No es este el aspecto que nadie querría tener, ¿no crees?. Prosiguió Vangar. - Poco podría hacer moviéndome por ahí así.

Alan respondió: - No se que decirte tío. La opción que elegiste es muy drástica también. La única ventaje es que nadie te ve, porque no puedes salir. 

Hubo unos segundos de silencio. Alan pareció impacientarse ante la falta de continuidad de la conversación. Hasta que Vangar habló de nuevo.

-Tu amigo Blak no es lo que parece. Puede que él sea consciente o puede que no. Pero así es - Espetó con voz altiva. - Mi "Yo" metálico os llevará a un alojamiento para que paséis la noche y mañana hablaremos sobre esto. Descansad. Yo tengo trabajo.

Será necesario descansar de verdad, pensó Alan. Llevamos hullendo mucho tiempo. Lo peor es que no alcanzo a entender porqué.

El vehículo había regresado cuando salieron al exterior. El androide les abrió la puerta y les invitó a entrar. Esta noche, lejos de todo, descansarán.



(Continuara...)