domingo, 19 de diciembre de 2021

BLAK BLAKE (parte 7)

 


PARTE 7


Experita era un planeta sin montañas, un poco más pequeño que la Tierra y prácticamente plano. Salpicado con algún montículo aquí y allá que no sobrepasa los 40 o 50 metros de altura. El planeta esta cubierto por una alfombra morada, con una especie de hierba única que brilla como si tuviera luz propia. Esta hierba puede llegar a cubrir todo lo que la vista alcanza a ver. Hasta el horizonte. Dependiendo de la zona se puede encontrar en varios colores. Aunque predomina el morado, también se encuentra en amarillo, verde y rojo. Desde que los humanos comenzaron ha habitar el planeta se ha modificado su paisaje. Ahora se encuentran algunas especies más de arboles, por ejemplo. Solo existen 2 especies autóctonas, el resto han sido importados desde la Tierra.

Pero lo más característico de Experita son sus habitantes. Los "hetereos" y su drástica forma de vida. Aún hoy en día no se entiende su estilo de vida en muchos lugares. Lo que hace que siempre que alguien se refiera a ellos lo haga en un tono despectivo. 

La mayoría de los experitas, nombre correcto para denominar a los habitantes de este planeta, han renunciado a su cuerpo. Se han desecho del yugo de su dependencia y de prácticamente la mayoría de enfermedades, lesiones, malestares, alimentación, necesidades de evacuación, mucosidades, obligaciones sociales, compromisos sexuales...etc.

Han conservado el cerebro y viven dedicados a la ciencia y la investigación. La renuncia al estilo de vida terrenal es voluntaria, por supuesto. Pero para la mayoría de ellos compensa. La esperanza de vida de un cerebro inteligente, sin su cuerpo, es mucho más larga. Tanto, que los experitas rozan la inmortalidad. 

Desde el punto de vista de un foráneo es una excentricidad más. Una locura que le quita todo el sentido a la vida, para convertirse en algo similar a una computadora viva. 

Aquí no hay nacimientos, ya que no existe el sexo. No al menos como sistema reproductivo. Ni cuerpos que puedan alimentar un feto. Los experitas son personas que han venido del exterior y se han separado de su cuerpo para vivir una vida de dedicación a su trabajo. Sin molestias terrenales que les distraigan de ello o que les impidan llevar a cabo su tarea. 

De este modo, este planeta no es muy diferente a aquellos conventos de la antigua Tierra, donde las personas renunciaban a todo para dedicarse a una vida sin pecado ni posesiones banales. Una vida centrada a la oración, aunque esto fuese poco o nada productivo en realidad. Donde el cuerpo servía para labrar, cosechar, comer, beber, evacuar y recordarles lo débiles que eran. Continuaban siendo esclavos de sus necesidades fisiológicas, incluso de las sexuales, por mucho que las quisiesen evitar...

La tecnología permite ahora esta escisión entre mente y cuerpo. Esta forma de separar el pensamiento de cualquier otra atadura, distracción o enfermedad. Una mente libre capaz de analizar de forma muy pragmática todo lo que se proponga estudiar. Con un futuro casi eterno de desarrollo científico.

Tan drástica opción no es posible sin un sistema de mantenimiento. El cerebro permanece vivo, sumergido en una especie de liquido amniótico. Conectado mediante sensores a diferentes puertos de información que gestionan sus funciones. Incluyendo un computador central que controla varios androides y en general todo el domicilio del dueño del cerebro. Todo esta automatizado y la persona (o el cerebro), recibe alimentación para mantener la parte orgánica en perfecto estado de funcionamiento.

Los domicilios donde se alojan estos cerebros son funcionales. Ni habitaciones, ni cocina, ni despachos. Solo un habitáculo donde se aloja el propietario y su parafernalia y una habitación llamada receptorio, donde se reciben visitas, si es que estas se dan algún día.

En caso de que haya visitantes, los anfitriones tienen dos opciones. Conversar a través de una pantalla, donde aparece su imagen digitalizada. O la aparición física de uno de los androides, que en muchos casos lucen el rostro original del anfitrión. Estas situaciones se dan cada vez que alguien de su familia les hace una visita. No hay extraños que les visiten, ni vendedores, ni policía en Experita. No hay otra posibilidad de tener visitas.

Las personas que visitan este planeta no pueden permanecer mucho tiempo allí y acostumbran a ser empresarios que vienen a construir o  realizar infraestructuras necesarias para la vida en él.

Vangar era el nombre Experito de Antonio, el abuelo de María. Todos los habitantes del planeta C5000 (o Experita), se cambiaban el nombre una vez realizada la transición, la eliminación del cuerpo. Era una costumbre, ya que no iban a ser nunca más quienes fueron.



(Continuará...)